jueves, 31 de marzo de 2011

CAPITULO I.

BREVE HISTORIA DE LA DROGADICCIÓN
Los estudios étnicos y antropológicos realizados durante los últimos lustros demuestran claramente que desde hace mucho tiempo, diferentes pueblos en épocas distante unas de otras, consumieron sustancias psicoactivas. Los arqueólogos tienen pruebas de que ya en la prehistoria se ingerían productos vegetales capaces de causar cambios psicológicos y sensoriales debido a los alcaloides contenidos en las raíces, los tallos, las hojas, las flores y las semillas de muchas plantas. La marihuana, la digital, la belladona, la reserpina y el opio son algunos ejemplos. Los propósitos que se perseguían al ingerirlos fueron variables: se querían efectos medicinales, se buscaba el acercamiento a los dioses especialmente con las sustancias alucinógenas o, como en épocas más recientes, se intentaba favorecer las relaciones humanas.[1]


[1] PURICELLI, José Luis., Estupefacientes y drogadicción, p.31.



El uso ritual es quizá la forma de consumo más antigua, sobre todo de las sustancias alucinógenas. La sociedad maya y azteca representaban a los sacerdotes que las ingerían para “comunicarse con los dioses”, circunstancia que aun ocurre entre ciertos indígenas de México y de muchos otros países.
Las denominadas drogas eran conocidas por la humanidad desde tiempos muy remotos. Estudios modernos, permiten ir cada vez más atrás en el conocimiento de estas sustancias psicoactivas, por parte del hombre primitivo, aun no agrupamos socialmente.
El opio y el cannabis en Asía, los hongos alucinógenos en la meseta mesoamericana, la coca en la cordillera de los Andes, junto al tabaco y el alcohol, eran ya conocidos en la antigüedad.
Los grupos humanos que desde el neolítico temprano comenzaban a experimentar con los principios activos de estas especies botánicas, solo conocían su efecto a través de la intoxicación aguda.[2]
Todas esas sustancias diseminadas por las distintas regiones del mundo eran consumidas a través de rituales generalmente colectivos y religiosos, reservados en su gran mayoría a la población masculina adulta.
Muchos de ellos constituían verdaderas fiestas religiosas, típicas entre los indios sudamericanos. En el caso del alcohol, éste era preparado a través de la fermentación de los granos del maíz, dando origen a la “chicha”. Estas bebidas debían ser consumidas en su totalidad por no tener conservantes. Se debía profusamente durante dos o tres días hasta alcanzar la embriaguez colectiva en los integrantes masculinos pertenecientes a la tribu.

[2] Verruno, Camilo: Las Drogas en el Tercer Milenio, p.p.18 y 19, “Revista de Salud Mental”, Ministerio de Salud y Acción Social, diciembre 1997.





Algo similar sucedía con los chamanes o brujos del altiplano mexicano. Estos se reunían y debían conocimientos o posiciones de hongos alucinógenos que contenían principios activos como la psiloscibina o la mezcalina obtenida del peyote, q es un cactus oriundo de la región. El objetivo del consumo de estos hongos era la comunicación con los dioses, y recibir e interpretar estos mensajes para el resto de la tribu.[3]

La ecuación indígena-americano y chamanismo resultó una estrategia, una forma de supervivencia de base religiosa conjugada con el manejo de un mundo social primitivo.
El chamanismo, debido a grandes cambios religiosos y culturales, fue erradicado en el viejo mundo y favorecido en las Américas.

Muy a menudo chamanismo y plantas se han fusionado, ya que la creencia de que estas poseen poderes sobrenaturales ha  dejado huellas indelebles en las costumbres de estos pueblos americanos. “Las plantas contienen las sustancias del alma”: esto es tan así que en nuestros días el desarrollo alcanzado por la herboristería en Sudamérica es de enorme importancia mundial.



En Asia, especialmente en la China, el opio fue utilizado como vehículo de una conducta de evasión de la realidad, la cual termino integrándose a la cultura. No ocurrió lo mismo con los europeos, entre los cuales el opio causó verdaderos estragos.

Está comprobado que el hombre primitivo conocía prácticamente más de cien especies botánicas y los sencillos procedimientos para desprender sus principios psicoactivos.[4]
En América latina, estos grupos conocieron la ebriedad y la intoxicación aguda, pero no la droga dependencia o el alcoholismo, patrimonio, estos últimos, de las sociedades modernas y complejas, es decir, de las poblaciones conformadas por los ciudadanos urbanos terciarios contemporáneos.



[3] Op. cit., p.32.


[4] Op. cit., p.22.


Reconocemos que la gran mayoría de fármacos de los cuales se abusa hoy en día eran utilizados y regulados por las civilizaciones anteriores. Parecería que estas conocían de antemano el posible peligro en el que incurrirían al descontextualizar las sustancias del “control grupal”.
Con el transcurso del tiempo, el consumo del alcohol y de las drogas se va secularizando, es decir, va perdiendo su carácter ritual y colectivo para dar paso a los consumos indisciplinados y solitarios, basamento de las farmacodependencias modernas.[5]
Nos interesa señalar la enorme diferencia que existe entre la forma de consumo que tiene una finalidad místico-religiosa y la forma en que los jóvenes y muchos adultos usan hoy las sustancias psicoactivas.


[5] Op. cit., p.23.

2 comentarios:

  1. Estos son algunos comentarios de las integrantes del equipo.

    GABRIELA: Bueno en este primer capítulo se habla de que las civilizaciones antiguas también consumían drogas como las que se mencionan, pero no de una manera adictiva si no cultural pues ellos sabían el daño que podían llegar a causar si las consumían constantemente, creo que debemos admirar ese gran esfuerzo y respeto que tenían hacia estas sustancias.

    MARIA ELENA: En este capítulo encontramos una breve historia del uso que nuestros antepasados daban a los diferentes tipos de drogas que hoy en día conocemos, ellos las ocupaban en actividades de carácter religioso o medicinal y vemos que es muy diferente al uso que los jóvenes les dan hoy en día. Y nos muestra los diferentes usos que les daban en cada región y cada persona.

    BRENDA: Como ya mencionaron mis compañeras, en este primer capítulo, podemos darnos cuenta de que desde hace muchísimos años, las drogas se consumían frecuentemente y no tenían ningún impacto ante la sociedad en la que vivían, pues quizá tenían inculcado desde sus raíces que estaban incorporadas en su cultura.

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  2. ok chicas falta agregar el proyecto es decir, esquema de trabajo, delimitación justificación, etc, y asi cada capitulo después como éste que ya subieron, además también aqui van a publicar el podcast y el video, y los pies de foto no se les olvide, es decir de donde tomaron las imagenes, ver libro de taller en cuanto a fichas iconograficas o el documento como citar una imagen que aparece ne mi face, bueno muy bien chikas.

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